martes, 28 de mayo de 2013

PARADAS

La primera entrada de este Blog debe ser por cortesía, hacia mi misma y a las experiencias anteriormente vividas, a un viaje que precedió a esta gran aventura que comencé hace algunos meses.

Un viaje que duró más de lo que me hubiera gustado pero del cual saqué muchísimas vivencias.

El ser novata en esto de viajar no quiere decir que no lo hubiese hecho antes sino que no fue un viaje pensado como un turista vacacional.

Fue un viaje en el que cada recalada te dejaba en la retina imágenes que no se olvidan fácilmente; de cómo vive la gente de cada país al que iba llegando, el ingenio, la conformidad, el ver el alcance que tiene conocer casi todo o no conocer otra cosa, la degradación del ecosistema, la falta de agua y de energía,  el no sentirte seguro o el no tener que preocuparte  por nada...

Coger fuerzas para la siguiente recalada no es un hecho físico sino psicológico, aunque el respiro de otros países más desarrollados te hacían coger el aire más rápido y necesario para no desfallecer y seguir interesándote por lo que no es agradable de ver.

A veces... "no hay mayor ciego que el que no quiere ver".


Un sin fin de sensaciones que unidas a la del propio trabajo se hacen muy intensas y que hacen que cada noche antes de cerrar los ojos pienses en lo que realmente te ha ofrecido la vida.

Estela del barco surcando el mar.